Monumentos de Gaudí

Antoni Gaudí (1852-1926) fue el arquitecto más importante e influyente de principios de siglo XX en Barcelona. Considerado un genio por muchos, un loco por otros, su papel en la historia del arte es sin lugar a dudas inegable. Gracias a su inmensa creatividad y originalidad podemos encontrar edificios muy diversos en la ciudad.

Todos ellos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, reconociendo su arte y talento y testifican la excepcional contribución creativa de Gaudí al desarrollo de la arquitectura y tecnología constructiva de finales del siglo XIX y principios del XX

Sagrada Familia

Carrer de Mallorca, núm. 401, Barcelona

Sin duda el símbolo de la ciudad condal, la ejecución de la Sagrada Familia fue su proyecto más ambicioso, al que Antoni Gaudí se dedicó en cuerpo y alma. Por ello se convirtió en su gran obra maestra, y obsesión hasta el final de sus días. Hoy, pese a no estar terimnada todavía, la iglesia sigue siendo uno de los edificios más fascinantes y espectaculares de la ciudad de Barcelona.

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Casa Batlló

Passeig de Gràcia, núm. 45, Barcelona

La casa Battlò es la casa más colorista y viva llevada a cabo por el genial arquitecto para los Señores Batlló, família de industriales burgueses en 1904. Emblema del movimiento de arte modernista por sus formas ondulantes y sus artes decorativas; y de la creatividad sin límites de Antoni Gaudí, que llenó de vida, color y formas sinuosas una casa ya existente en el Paseo de Gracia de Barcelona.

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La Pedrera - Casa Milà-Pedrera

Carrer Provenza, núm 261-265, Barcelona

Último proyecto civil de Gaudí antes de dedicarse por completo a la ejecución de la iglesia de la Sagrada Família. Ésta es la más imponente construcción pétrea que realizó el arquitecto en vida. Ocupa la esquina del Paseo de Gracia con Provenza, un enorme bloque ondulado de piedra, que le valió el sobrenombre de la Pedrera o cantera de piedra.

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Park Güell

Carrer d’Olot s/n, Barcelona

No hay ningún otro lugar de comparable belleza en Barelona. La perfecta unión entre naturaleza y arquitectura a través de formas sinuosas y la imitación de sus formas y colores. Fue un proyecto ambicioso, comisionado por esu principal mecenas Eusebi Güell, que nació como proyecto urbanístico y fue finalmente convertido en parque público.

Lugar de residencia del conde Eusebi Güell y su família, fue una de las primeras obras de Gaudí en la ciudad. Se trata de una obra de juventud, por lo que resulta sorprendente la utilización de formas rectilíneas y la sobriedad general del edificio en su exterior.

El interior de la casa y la terraza fueron los lugares escogidos para dejar volar su imaginación y creatividad extremas, con chimeneas de colores y formas imposibles.

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Pabellons Güell

Avinguda de Pedralbes núm. 7, Barcelona La Finca Güell fue la primera obra realizada por Gaudí para el Sr. Güell, que construyó los dos pabellones de la entrada.

Ambos fueron destinados a albergar la casa del portero y las caballerizas. Este monumento abrirá las puertas al público próximamente, por lo que podrá ser visitado y admirado también su interior.

Destaca sin duda la espectacular puerta de hierro forjado que representa un dragón retorciéndose entre las rejas del portón.

El Palau Güell

Una de las obras más increíbles de Gaudí: El Palau Güell, en el barrio de el Raval.

Este monumento ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1984.

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El palacio fue encargado por el conde Eusebi Güell a un joven Antoni Gaudí para albergar su residencia privada.

En este proyecto el arquitecto desató su desbordante imaginación, combinando la estructura típica de los palacios góticos medievales con innovaciones como el arco parabólico, tan característico de su obra.

La fachada es un claro constaste entre la sobriedad del mármol gris y la decoración a base de cerámica vidriada de colores vivos de las chimeneas del tejado. Cabe destacar el impresionante trabajo de forja, del que destacan las cuatro barras de la bandera de Cataluña.

La cubierta que cubre el espacio interior de la planta noble es una maravilla, verás cómo la luz se filtra por pequeñas aberturas simulando una cúpula celestial.

Igualmente impactante es su fachada exterior, decorada con distintos materiales entre los que destacan la madera, el hierro forjado y la cerámica vidriada.

El Palau Güell es, como todas las obras de Antoni Gaudí, una explosión de creatividad y originalidad que no te dejará indiferente.

Casa Vicenç

Carrer Carolines, núm. 24, Barcelona

Edificio de ladrillo rojo, son remarcables sus elementos decorativos verdes y blancos que decoran todas las partes altas y ventanas de esta casa-torreón situada en el barrio de Gracia. Propiedad del industrial cerámico Sr. Manel Vicenç, la casa resulta un tributo bellísimo a la actividad industrial de su propietario. Realizada en 1888, constituye la primera de las obras importantes de la carrera artística de Antoni Gaudí, de clara y sorprendente inspiración oriental y mudéjar.

Casa Calvet

Carrer de Casp, núm. 48, Barcelona Su fachada de piedra y balcones de hierro forjado pueden parecer obra de cualquier otro arquitecto modernista, ya que se trata de un edificio construido entre 1898 y 1900, y pertenece por tanto a la primera época de Gaudí. Por lo que su estructura y líneas sobrias, su poco colorido y aspecto general resulta más serio que el resto de edificios de Gaudí que construyó con posterioridad, pero en ella destacan los pequeños detalles como picaportes y decoraciones detallistas.

Col·legi Teresianes

Ganduxer, núm 85-105, Barcelona La escuela es la sede del centro de enseñanza de la Orden de Santa Teresa, quienes encargaron la restauración de un edificio existente al arquitecto Gaudí en 1887. Aquí utilizó sus arcos parabólicos en ventanas y pasadizos interiores, y pese a tener que ceñirse a un presupuesto muy limitado, puso toda la creatividad que le fue permitida en la reconstrucción de este imponete edificio escolar con aspecto de fortaleza medieval.

Torre Bellesguard

Carrer del Bellesguard, núm. 16, Barcelona Situada en un lugar privilegiado con magníficas vistas de la ciudad hace honor a su nombre, puesto que la palabra catalana bellesguard significa la Bella mirada o bella vista. En este mismo lugar se erigía en la Edad Media el castillo en el que vivió el rey Martín el Humano, y la inspiración medieval del edificio gaudiniano no deja lugar a dudas sobre sus orígenes históricos. La encontrarás en el barrio de Sant Gervasi, a los pies de la montaña de Collserola.